Después de la pelea inicial de símbolos, emblemas y cánticos que rodeo a esta polémica final, y para desgracia de la clase política que veía el espectáculo desde el palco, comenzó la gran final, donde ambos buscaban su doblete.
El Barcelona, desorientado en el ataque estático pese al buen hacer de Iniesta, no encontraba la manera de poner nervioso al Sevilla. Mascherano, que nunca podría atrapar al delantero cuando se disponía a encarar a Ter Stegen, tuvo que derribarlo con un agarrón antes de que alcanzara el área y acabó expulsado.
Además del intento de gol olímpico de Messi o de un testarazo de Piqué, casi no hubo noticias en el primer tiempo de un Barcelona al que Luis Enrique reconstruyó en el descanso. Por supuesto, no se atrevió a sacar del campo a Neymar. Así que se sustituyó al cansado Rakitic para que Mathieu acompañara a Piqué en el centro de la zaga.
Pero las desgracias del Barcelona no acaban aquí. Luis Suárez lesionado.
El Sevilla tenía muchas opciones de ganar, Pero aquel disparo de Banega al palo cuando comenzaba el segundo tiempo fue lo mas cerca que estuvieron de lograr el tan ansiado gol. El Sevilla estaba empeñado en empujar al Barcelona a su guarida, y este se defendió con uñas y dientes, hasta que Emery decidió cambiar a Mariano por konoplyanka, decisión que aprovecharon los blaugranas para, en una combinacion entre Jordi Alba y Ney forzar la expulsión de Ever Banega. La prorroga no tuvo otro dueño que el Barça.
Primero Alba a pase magistral de mesi y lugo neymar con la ayuda de nuevo del 10 marcaron los goles que llevan al Barcelona al doblete dejando al Sevilla con la miel en los labios.
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