Relevos 4x100
Las carreras de relevo, son unas de las tantas pruebas que integran el atletismo, pero son las únicas que trabajan en colectivo. En el programa olímpico aparecen registradas como oficiales la de 4x 400 y 4x100 que es la que se tomara de referencia en este artículo.
Las carreras de relevo tienen como objetivo trasladar el batón o testigo lo más rápido posible hasta la línea de meta, pasando por cuatro corredores, sin caerse. Este evento se realiza en pistas, que pueden ser de arcilla o material sintético (en competencias oficiales se utiliza la sintética) y se correrá por carrileras. En las carreras de relevo, los cuatro integrantes hacen la función de portadores del batón, pero solo tres la realizan de receptor. Los receptores tienen la responsabilidad de ejecutar la salida en el momento idóneo y retrasar su brazo hacia atrás sin moverlo para recibir el batón, mientras que los portadores deben conducir firmemente el batón y entregarlo activamente en la mano del receptor para provocar su reacción. El relevo se debe realizar de forma intercala para que exista un mejor desenvolvimiento por parte de los atletas y les permita realizar el intercambio de el batón con mayor facilidad evitando así gestos o movimientos innecesarios que provoquen la caída del batón.
El primer corredor saldrá desde la línea de salida, adoptando la posición de arrancada baja. Este, portara el batón en la mano derecha y correrá por el borde interno del carril para poder efectuar el cambio con su compañero, que estará situado al final de la primera curva en el borde externo del carril donde comienza la zona de impulso o pre zona, en la posición de salida media. Este segundo corredor comenzara a realizar su carrera en el momento que su compañero llegue a la marca de control que se sitúa antes de la zona de cambio para alcanzar la velocidad necesaria para que el portador del batón pueda alcanzarlo y se pueda ejecutar el intercambio con eficiencia, realizando alguna de las variantes de cambio existentes. Esta misma acción se repetirá con el resto de los integrantes del equipo, lo que varía la ubicación de los corredores en las carrileras y el cuarto atleta no realiza la entrega.
Entrega del testigo:
La carrera de 4×100 requiere de una técnica especial de entrega.
El pase “ciego” o “no visual” es aquel donde el corredor que recibe el testigo extiende su mano hacia atrás sin ver nunca a su compañero, en espera del testigo. Dado que se trata de un pasaje en velocidad, girarse a mirar sería un error técnico imperdonable. El corredor que recibe debe tratar por todos los medios de mantenerse lo más pegado a la línea de carrera. En cambio, en la posta de 4×400, la entrega física es tal que el corredor que entrega llega muy comprometido al pasaje, motivo por el cual debe ser esperado por su compañero, realizando así un pasaje “visual”.
Dentro del ámbito del pasaje “no visual” existen diferentes técnicas de pasaje.
Las dos técnicas de pasaje más conocidas en las carreras de 4×100 son el pasaje ascendente y el pasaje descendente. Revisemos algunos aspectos de cada uno:
Pasaje ascendente: El movimiento del corredor que entrega es de abajo hacia arriba, y al momento del pasaje ambas manos se tocan, algo que le brinda un poco más seguridad al pasaje. Como contrapartida, el testimonio se va “achicando” con cada pasaje, ya que el corredor que lo recibe no lo toma desde el extremo, sino un poco más arriba. Al ir pasando de mano el mano, cada vez queda menos testimonio de donde tomar.
Pasaje descendente: El movimiento del corredor que entrega es de arriba hacia abajo, y no hay contactos de manos. En este caso el testimonio siempre queda sujeto del extremo inferior, eliminando el problema del pasaje ascendete. Hoy es el pasaje más utilizado.
Existe una alternativa a estos pasajes y que todavía se encuentra en pañales y que algunos lo identifican con el nombre de pasaje frontal
En colaboración con Victor Cobas
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